En este artículo vamos a repasar un curioso episodio acaecido al comienzo de la década de los 60 y que tiene como hilo conductor la adquisición de la imagen de María Corredentora, obra de Venancio Rubio, por parte de la cofradía del Humilladero para acompañar al Stmo. Cristo en su procesión de Semana Santa.
Como sabemos, la imagen se incorpora a los desfiles procesionales cacereños en el año 1960, pero el proceso anduvo lejos de resultar sencillo. Durante algo más de un año tuvo lugar un tenso e inesperado tira y afloja a tres bandas, cuyos actores principales fueron la propia corporación, el párroco del Espíritu Santo -D. Antonio Suárez Madruga-, y el obispo D. Manuel Llopis Ivorra. Por aquel entonces, el mayordomo de la cofradía era D. Narciso Sánchez Morales. Empleamos como fuentes del relato el completísimo estudio de Serafín Martín Nieto sobre la ermita del Espíritu Santo y el estudio histórico de itinerarios de este desfile procesional, obra de un servidor.
Los hechos se desarrollan tal como sigue:
El día 8 de febrero de 1960, una vez concluida la hechura de la imagen, el mayordomo solicita al obispo la pertinente autorización para que la Virgen pueda incorporarse al culto en la cofradía. El 24 de febrero, previa consulta y visto bueno de diversos sacerdotes y personalidades (quienes dieron su aprobación de que la imagen podía mover a devoción), el obispo autoriza la recepción definitiva de la talla de María Corredentora por parte de la cofradía, así como su bendición, su colocación para el culto en un lugar digno y visible de la ermita, y por supuesto su salida procesional prevista para el día 10 de abril de 1960, Domingo de Ramos.
Lo que debía ser un mero trámite comenzó a complicarse cuando entra en juego el párroco, D. Antonio Suárez. Este estaba visiblemente molesto porque la cofradía, sabedora de que la postura del párroco no era favorable a la incorporación de la nueva imagen, le había puenteado acudiendo directamente al obispo.
El día 9 de abril, víspera de la procesión de 1960, el párroco tuvo conocimiento del decreto de aprobación del obispo a través del mayordomo, quien se dirige a él en estos términos: —“Ahora resulta que tendrá Vd. que colocar la imagen en la parroquia… es decreto de Su Excelencia Reverendísima, y las órdenes del Superior hay que acatarlas”. Antes de todo esto la cofradía ya había informado a los medios de comunicación de la advocación que tendría la nueva talla –María Corredentora- y de que el párroco iba a bendecirla. La oposición y el disgusto del párroco al verse relegado al segundo plano eran evidentes. — “Ni yo he bendecido la imagen ni he asistido a la procesión”, manifestaría después de esa Semana Santa. Desconocemos en este punto la fecha exacta de la bendición de la imagen, aunque es de suponer que la cofradía tenga bien documentado este dato.
A partir de entonces, ya pasada la Semana Santa, la disputa se recrudece. El párroco se opone frontalmente a la recepción de la imagen y comienza a poner todo tipo de trabas. Con fecha del 22 de abril de 1960, D. Antonio Suárez envía un informe personal al obispo Llopis Ivorra donde le pide que revoque el decreto de aprobación de la imagen (decreto ya emitido dos meses antes) aludiendo a que él era parte activa y cabeza visible de la parroquia donde se daría culto a la Virgen, y se le había obviado por completo durante el proceso. En su argumentación, el párroco comienza a profundizar en cuestiones que van mucho más allá de la aprobación o no aprobación de la nueva imagen mariana.
D. Antonio Suárez alude a que, en caso de existir, (o sea, poniendo veladamente en tela de juicio su veracidad) los estatutos de la cofradía y el decreto de erección canónica tras la refundación de 1950 «le eran desconocidos». También cargaba contra los cofrades del barrio, señalando su poca participación en las actividades de la parroquia y quejándose de que su implicación se reducía únicamente a la procesión de la cofradía. Otra queja del párroco era que antes de crearse la parroquia “la tal llamada cofradía, dirigida por una minoría, pretendía ser como una rectora con fines poco definidos en esta numerosa y pobre barriada”, y viniendo a decir que el único propósito de la cofradía era perpetuar una posición dominante frente al párroco en la cotidianeidad de la parroquia. A decir verdad, no existe constancia documental alguna que fundamente esta deducción del párroco, más allá del hecho objetivo de que la cofradía (reorganizada en 1950) llevaba trabajando en el barrio muchos años antes de que se crease la parroquia (decreto del 10 de noviembre de 1958) y D. Antonio se hiciese cargo de la misma.
El párroco también arremete en su alegato de manera directa contra la cofradía del Humilladero, recordando que durante 1959 esta se había negado a participar en las obras de acondicionamiento de la parroquia y en la adquisición de objetos litúrgicos para la misma. D. Antonio recuerda el pretexto de que la situación económica de la corporación no era muy boyante, y se muestra «muy sorprendido» de que en estas circunstancias la hermandad abordara el encargo y adquisición de una imagen nueva. Una argumentación errónea del párroco, ya que como todos sabemos la imagen fue donada por el propio escultor, según consta en los archivos de la cofradía (Fuente: web de la hermandad). No en vano, D. Venancio Rubio es nombrado Hermano de Honor de la cofradía precisamente por ese motivo.
El recurso del párroco no prospera y el obispo ratifica que la imagen de María Corredentora es propiedad de la cofradía del Humilladero y puede recibir cultos externos e internos con todos los derechos. Pasa el tiempo, llega la Semana Santa de 1961, y el asunto todavía colea. Bajo la excusa de que no hay espacio en la parroquia para colocar las andas de la Virgen, y que tampoco hay altar donde rendirle culto, el párroco invita a la hermandad a buscar un nuevo lugar para el culto de María Corredentora. Es en este momento cuando la cofradía del Humilladero acude a los Padres Salesianos para solicitar la entronización de la imagen en uno de los altares de la iglesia de San Francisco, y solicita también permiso para organizar su procesión en dicho templo. Los religiosos Salesianos no ponen pegas, y el obispo aprueba en decreto del miércoles 22 de marzo de 1961 que la nueva imagen de María Corredentora reciba culto en el Monasterio de San Francisco el Real. Este es el motivo por el cual la cofradía modifica su itinerario de 1961, y sale el 26 de marzo, Domingo de Ramos, del convento de San Francisco en lugar de hacerlo desde su ermita, tal y como recogemos en nuestro estudio histórico de itinerarios. Cabe subrayar la premura con que se desarrollan los acontecimientos y la inmediatez con que la cofradía debe resolver cuestiones tan importantes como el lugar de salida de su desfile, cuatro días antes de que este se celebrase.
La imagen de María Corredentora permaneció en el convento de San Francisco hasta el año 1979, cuando se inician las obras de preparación y acondicionamiento de lo que hoy conocemos como Institución Cultural el Brocense. Todos los iconos, imágenes y demás enseres litúrgicos quedan en ese momento relegados de sus altares, y María Corredentora se guarda entonces en la sacristía de la ermita del Espíritu Santo a la espera de un mejor y definitivo emplazamiento por fin en su parroquia. D. Antonio Suárez permaneció como párroco del Espíritu Santo hasta el año 1969. El desfile procesional de la cofradía del Humilladero volvería en 1962 a salir desde la ermita del Espíritu Santo (estudio histórico de itinerarios) por expreso deseo de sus cofrades. Y así, amigos, se cierra una azarosa y desconocida página de la historia moderna de nuestra Semana Santa.
“…en 1913 la marquesa de Camarena, doña Justa López-Montenegro y Carvajal, regala a la Vera Cruz el paso de la Flagelación. La imagen de José de Arce no fue muy bien tratada y terminó abandonada en el piso superior de la antigua casa del ermitaño, anexa al templo del Espíritu Santo. En ese lugar permaneció durante años, en un estado de conservación lamentable y habiéndosele causado irreparables daños.»
Fotografía de Serafín Martín Nieto.
A continuación vemos la talla de José de Arce en su estado actual (imagen de TuSemanaSanta.com).
Vía Crucis del Cristo de la Preciosa Sangre – Estudio histórico de itinerarios
Este Vía Crucis se celebra desde el año 1999 presidido por la imagen del Cristo de la Preciosa Sangre, una talla adquirida en 1970 por la cofradía para sustituir al original Cristo del Humilladero debido a mal estado de conservación de este último. Con tal fin estuvo procesionando hasta el año 1990, y no volvería a salir a la calle hasta la recuperación de este acto penitencial, que se celebra en completo silencio y que parte desde el templo del Buen Pastor hacia la parroquia del Espíritu Santo.
Itinerario 1999-2006: Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Paraguay, Perú, Chile, Cuba, Colombia, La Roche Sur Yon, Río Miño, Darro, Turia, Espíritu Santo.
Llama la atención de este primer itinerario el pequeño recorrido que realiza la corporación por los aledaños de la parroquia del Espíritu Santo (calles del Río Miño, Darro y Turia), que hasta la fecha permanecían inéditas en la Semana Santa cacereña. También se recupera la emblemática calle Cuba, donde actualmente está situada la casa de hermandad y que hacía muchos años que no era transitada por la cofradía en ninguno de sus desfiles.
Estación del Viacrucis de la Preciosa Sangre frente a la casa de hermandad.
Foto: web de la cofradía.
A partir de 2007 la cofradía decide recortar el recorrido del víacrucis, y la solución elegida, vigente hasta la fecha, fue la siguiente:
Itinerario 2007 – 2013: Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Bolivia, Chile, Cuba, Colombia, La Roche Sur Yon, Espíritu Santo.
Como vemos, la hermandad opta por reducir levemente el tránsito por el barrio de Llopis (baja por la calle de Bolivia, en vez de la de Paraguay, que está situada unos metros más adelante) y suprimir por completo el rodeo por los aledaños de la parroquia del Espiri. El paso se recoge directamente desde La Roche Sur Yon hacia su ermita.
Nos centraremos en repasar los recorridos de este desfile a partir del año 1959, que es cuando la cofradía procesiona por primera vez como tal tras su reorganización en 1950. Vaya por delante que la reconstrucción ha sido compleja, las fuentes muy diversas y las lagunas informativas, abundantes. Hay datos que no hemos sido capaces de verificar siquiera en la propia cofradía, a la cual agradezco inmensamente su colaboración para poder terminar este puzzle. Subrayemos también que el entorno tradicional de esta hermandad ha ido urbanizándose con el paso del tiempo y ello ha ido provocando numerosos cambios de nomenclatura en las calles o incluso nuevas localizaciones que anteriormente ni siquiera existían en el callejero oficial de Cáceres.
A modo de reseña histórica, recordemos que la cofradía del Stmo. Cristo del Humilladero se reorganiza a finales del año 1950 y que desde 1952 hasta 1958 su cortejo salía el Jueves Santo a las 20:00 horas delante de la cofradía de la Vera Cruz con el Cristo del Humilladero, única imagen que la hermandad procesionaba por aquellos entonces, debido a que no poseía parroquia propia (la del espiri todavía no existía). Obviamente realizaba el mismo itinerario que la corporación de San Mateo.
Salpicamos a partir de aquí el estudio con datos recogidos en la ponencia de D. Serafín Martín Nieto sobre la ermita del Espíritu Santo y la Cofradía del Stmo Cristo del Humilladero, que se puede ver completa aquí: La ermita cacereña del Espíritu Santo.
Hecha la introducción, nos metemos de lleno en el análisis de los muy diversos itinerarios que ha realizado la hermandad en el último medio siglo. A partir de 1959 el templo del Espíritu Santo ya es parroquia (decreto del 10 de noviembre de 1958) y la cofradía deja de procesionar con la Vera Cruz para hacerlo con entidad propia. Sale ese año de 1959 en la mañana del Viernes Santo a las 11:00 horas, y el cortejo discurrió por el siguiente itinerario, de aproximadamente 4700 metros de longitud:
Itinerario 1959-1960
Carretera de Medellín, Plaza de América, Avenida de España, San Antón, San Pedro, Pintores, Moret, Plaza de la Concepción, Santo Domingo, Sancti Spíritu, Plaza del Duque, Plaza Mayor, Gran Vía, San Juan, Sergio Sánchez, Pizarro, Fuente Nueva, carretera de San Francisco y concluía en la ermita del Espíritu Santo.
El callejero lo he actualizado. Por aquel entonces las calles Pintores, Plaza Mayor y Gran Vía se llamaban Generalísimo Franco, Plaza del General Mola y Defensores del Alcázar respectivamente, y tanto la Avenida de Cervantes como la Ronda de San Francisco no existían como tales.
Como vemos, la cofradía recorría la ciudad de punta a punta y se pasaba el día entero en la calle. Hay que reseñar que en aquella época la zona de la actual avenida de Cervantes y parte de la actual Ronda de San Francisco no estaban apenas urbanizadas, ya que eran las afueras de la ciudad. Llama la atención que la cofradía no se limitaba a acudir al centro desde su parroquia y volver (que no es poco) sino que además daba un rodeo por Moret, Plaza de la Concepción y Sancti Spíritu con la idea de entrar en la Plaza Mayor por abajo y recorrer así completa la tribuna oficial existente en la época. El regreso se producía subiendo la Gran Vía y por el itinerario más corto (calle Fuente Nueva) hasta el puente de San Francisco. Más adelante veremos que el regreso se podía hacer también por Camino Llano, no mucho más largo pero con una pendiente cuesta abajo menos pronunciada. También subrayamos que en este año 1959 la cofradía tuvo que esperar a que finalizara la procesión del Santo Entierro o la Magna de turno, y luego el Santísimo Cristo del Humilladero se trasladó en Rosario de Penitencia hasta su parroquia. Existen menciones a que la hermandad tuvo que realizar esta espera “en varias ocasiones”; sin embargo cuando cruzamos datos y contrastamos documentaciones descubrimos que el único año en que la cofradía sale por el centro el Viernes Santo fue este 1959, que además coincidió con la celebración de una Procesión Magna.
En el año 1960 el recorrido es el mismo, con algunas ligeras variantes lógicas en un trayecto tan largo. Sin embargo la procesión incorpora una novedad fundamental, el cambio de día y hora: salió a las 20:00 del Domingo de Ramos. Una decisión a priori sorprendente por cuanto ese año procesionaba por vez primera la talla de María Corredentora, y por tanto habría menos hermanos de carga para repartir entre los dos pasos. El cambio de día se justifica porque según la cofradía (y también la asamblea de hermanos, que ratifica la decisión) el Domingo de Ramos era un día litúrgicamente más apropiado para procesionar sus pasos. Ese año de 1960 la procesión se recoge pasadas las 23 horas de la noche.
Itinerario 1961
Al año siguiente la procesión se adelanta a las 19 horas del Domingo de Ramos, y sale desde el Convento de San Francisco. Los motivos de este cambio de ubicación provienen de un tira y afloja, no exento de tensión, que el párroco D. Antonio Suárez y el Obispo D. Manuel Llopis Ivorra, libraron en aquellos años a cuenta del lugar donde debía darse culto a la nueva imagen de María Corredentora. Serafín Martín Nieto cita en su estudio lo siguiente sobre este hecho:
«So pretexto de escasez de espacio en la parroquia para colocar las andas y de altar donde rendir culto a la nueva imagen, los cofrades se vieron obligados a gestionar con los padres salesianos la entronización de María Corredentota en uno de los altares de la iglesia de San Francisco y la organización en ella de la procesión.»
No hay constancia del recorrido exacto de este desfile de 1961, aunque es de suponer que bajaría por la Ronda de San Francisco y accedería al centro por Camino Llano. La longitud del trayecto era notablemente menor, y en cualquier caso el cortejo continuó hasta el Espíritu Santo para que el Santísimo Cristo del Humilladero finalizara su recorrido en la parroquia donde recibía culto.
Este es el aspecto que presentaba el citado convento, y la actual Ronda de San Francisco, cuando la cofradía salió de allí:
La fotografía está fechada exactamente en el año 1959.
Sin embargo, el «experimento» de salir desde el convento de San Francisco solo duraría un año, y para 1962 la hermandad regresa a su templo por expreso deseo de los hermanos. En Junta General celebrada el día 8 de abril de 1962, la directiva anuncia que el recorrido iba a ser el mismo que en 1961. Sin embargo, el hermano Ángel Martínez propone que la procesión vuelva a salir de su parroquia, argumentando que pese a que el recorrido es muy largo, la cofradía cuenta con más hermanos que dos años antes. Esta sugerencia obtiene el respaldo unánime de la asamblea y el recorrido queda acordado y fijado como sigue:
Itinerario 1962
Salida de la Parroquia del Espíritu Santo, carretera de Medellín, Plaza de América, Avda. España, San Antón, San Pedro, San Juan, Defensores del Alcázar, Plaza del General Mola (por la Ermita de la Paz), siguiendo por la Plaza del General Mola a Tribuna Oficial, Generalísimo Franco, San Juan, San Pedro, Clavellinas, Camino Llano, Casas de Carrasco, Afueras de Carrasco, San Francisco, Camino Viejo de Montánchez y carretera del Espíritu Santo.
La procesión vuelve a salir el Domingo de Ramos, 15 de abril de 1962. En esta ocasión se recorta parte del itinerario y se suprime el paso por Moret y el entorno de Santo Domingo. El desfile simplemente baja a la plaza por la Gran Vía, da la vuelta por la Paz y vuelve a subir hacia la calle de Pintores. El motivo de este rodeo es que la tribuna oficial estaba situada en el lateral de los soportales de la Plaza Mayor, a la altura del edificio Valhondo.
La intención de este desfile del Domingo de Ramos era cumplir con el paso por la carrera oficial, situado en la Plaza Mayor, pero por otra parte la cofradía comienza a organizar una procesión por las calles de su feligresía el Viernes Santo por la mañana, una vez concluida la popular procesión del Nazareno. No existe constancia de su itinerario, aunque sí de que algunos cofrades manifestaron algunas dificultades derivadas de la mala o nula urbanización de las calles del barrio (falta de alumbrado, tramos o calles sin asfaltar y con baches). Esta procesión del Viernes Santo respondía a un deseo de los hermanos, que transmite al ordinario el entonces mayordomo de la cofradía, don Antonio López-Montenegro y García-Pelayo, el 11 de abril de 1962 (justo antes de Semana Santa).
Nótese que en aquella década de los 60 el paso de esta cofradía por el puente de San Francisco recogía una estampa diferente a la actual, por la original configuración del puente con un solo ojo como vemos en la siguiente imagen:
Y en esta otra tomada desde el otro lado del puente (actualmente a la derecha de la foto se encuentra el Museo Casa Guayasamín:
NOTA: Las fotografías no sé de quién son pero están publicadas en la cuenta de Facebook del hno. Fernando Montes.
Citamos nuevamente a Serafín Martín Nieto, que respecto a esta novedosa procesión del Viernes Santo por la mañana por las calles del barrio dice lo siguiente:
«El cambio no debió de convencer, pues en otra solicitud de fecha 1 de marzo de 1963, Montenegro solicitaba que la procesión realizada en la mañana del Viernes Santo del año anterior, se trasladara a la madrugá con la finalidad de que los obreros, que era la mayoría de los hermanos de carga, pudieran descansar todo el Viernes Santo. Estudiada la propuesta por la Comisión de Cultos al exterior de la Comisión Pro Semana Santa, se resolvió que recorriera las calles de la feligresía, fijando su horario entre las 23:30 horas del Jueves Santo y la 1:30 de la madrugada del Viernes Santo.»
De esta manera quedan configuradas las dos procesiones de la cofradía, que se mantienen hasta el año 1965 como veremos más adelante.
Itinerario 1963
Parroquia del Espíritu Santo, carretera de Medellín, Plaza de América, Avenida de España, San Antón, San Pedro, San Juan, Defensores del Alcázar, plaza del General Mola, Generalísimo Franco, Javier García (actual Roso de Luna), Camino Llano, Casas de Carrasco, Afueras de Carrasco, San Francisco, Camino Viejo de Montánchez y carretera del Espíritu Santo.
Como vemos, este itinerario del Domingo de Ramos es prácticamente idéntico al de 1962 y difiere solo en el regreso desde San Juan a Camino Llano. En 1962 se hizo por la calle Clavellinas y en 1963 por la actual calle Roso de Luna (más corto).
Sin embargo, este itinerario previsto no se pudo realizar ya que el Domingo de Ramos la procesión tuvo que suspenderse por la lluvia. En su lugar, la procesión se traslada a la tarde del Jueves Santo. Los hermanos son convocados a las 17:30 horas en la parroquia con la intención de estar la cofradía en Santa Clara a las 20 horas, lugar donde se unirían a la cofradía de la Vera Cruz como sucedía antes de 1959. Ambos cortejos discurren juntos hasta que se separan en el regreso por la calle de San Pedro (Vera Cruz vuelve por Donoso Cortés hacia Pizarro y Santa Clara, mientras que Humilladero baja por Clavellinas y Camino Llano hasta San Francisco). Esta procesión se empalma con la que la cofradía tenía prevista, en la madrugada del Jueves al Viernes Santo, por las calles de su feligresía, que en esa ocasión iban a estrenar iluminación eléctrica expresamente puesta por el ayuntamiento para el paso de la procesión.
En este punto aprovechamos para reseñar o recordar algunas correspondencias de nomenclaturas en determinadas calles:
La calle Javier García es la actual Roso de Luna, y la zona de Casas de Carrasco y Afueras de Carrasco es hoy la parte final de la calle Camino Llano antes de llegar al Puente de San Francisco. Actualmente en esa zona hay una pequeña glorieta y confluye también con las calles Carrera y Hernández Pacheco. Carretera de Medellín es todo el tramo actual de la Avda. de Cervantes y de Antonio Hurtado. Camino Viejo de Montánchez es actualmente la parte más al sur de la Ronda de San Francisco (desde el cruce con la Avda. de la Hispanidad hasta más allá de la Ribera del Marco), y por último la conocida como carretera del Espíritu Santo es hoy la calle La Roche Sur Yon.
Para 1964 se plantea un nuevo cambio en la procesión del Domingo de Ramos. Se mantiene el mismo recorrido pero se invierte el sentido del mismo: esto es, se decide acudir al centro por la carretera de Montánchez (actual Ronda de San Francisco) y regresar por la carretera de Medellín (actual Antonio Hurtado y Avenida de Cervantes). Los motivos de este cambio son, según se expone en junta general de hermanos, que la duración total iba a ser la misma pero que el regreso -ya de noche- por la carretera de Medellín resultaría mejor y más solemne al estar mucho más alumbrada esta zona que el camino de Montánchez. Insistimos que en aquella época toda la zona de la actual Ronda de San Francisco apenas estaba urbanizada, y ello condiciona bastante el discurrir de la cofradía durante estos años. Como dato curioso, se acuerda invitar a los vecinos del barrio a que iluminen las puertas y ventanas de sus viviendas al paso de la cofradía de regreso.
De este modo, el recorrido previsto para el Domingo de Ramos para 1964 queda así:
Itinerario 1964
Iglesia parroquial del Espíritu Santo, Carretera de Montánchez, Camino Llano, Javier García, Plaza de San Juan, Defensores del Alcázar, Plaza del General Mola, Generalísimo Franco, San Juan, San Pedro, San Antón, Avda. de España, Cruz de los Caídos, Carretera de Medellín, hasta la Iglesia Parroquial.
Como ya hemos dicho, es el mismo que en 1963 pero en sentido contrario. Pero finalmente, y por motivos que desconocemos, la cofradía (citamos textualmente de la crónica de prensa), “cambia a última hora el itinerario anunciado, para seguir el de años anteriores recorriendo buena parte de la ciudad”.
La imagen de María Corredentora, que hasta 1979 se guardaba y veneraba en el Convento de San Francisco, se trasladaba hasta allí desde su parroquia en la mañana del Viernes Santo, pocas horas después de recogerse la procesión por su barrio. Esta es una imagen de este traslado del año 1964, propiedad de D. Serafín Martín Nieto:
En este momento hallamos un punto de inflexión en la historia de la hermandad. A partir de 1965 se decide que la cofradía renuncie a una procesión y desfile solo por el barrio debido a la excesiva longitud del recorrido del Domingo de Ramos, que ya comenzaba a suscitar quejas entre algunos hermanos ante la enorme cantidad de horas en la calle (aunque aún quedaban cofrades que opinaban que se debía seguir yendo al centro de la ciudad). También se modifica el día de la procesión, que pasa del Jueves Santo al Viernes Santo por la noche, alrededor de las 22:30 o 23 horas, para terminar en la madrugada del Sábado Santo. Este pasa a ser por tanto el único desfile de la cofradía en la Semana Santa, hasta la instauración del vía-crucis de la Preciosa Sangre a mediados de los años 90.
La corporación ya nunca más volverá a pisar el centro de Cáceres, excepción hecha de las procesiones Magnas y del experimento del año 1990 que analizaremos más adelante. Los primeros recorridos de la cofradía del Humilladero en su feligresía tienen esta configuración:
Itinerario 1965
Iglesia parroquial del Espíritu Santo, Antonio Hurtado, Nicaragua, Uruguay, Colombia, Salvador, Cuba (tribuna oficial), carretera de Medellín, carretera del Espíritu Santo (actual La Roche Sur Yon), Plaza del Espíritu Santo, Almonte, Duero, Plaza Espíritu Santo y templo del Espíritu Santo.
En el año 1966 la procesión se suspende por la lluvia.
Itinerario 1967-1968
Iglesia parroquial del Espíritu Santo, Carretera del Espíritu Santo, Antonio Hurtado, Nicaragua, Uruguay, Colombia, Salvador, Cuba, Ecuador, terminación de Ecuador y Cuba (tribuna oficial), carretera de Medellín, carretera del Espíritu Santo (actual La Roche Sur Yon), Plaza del Espíritu Santo, Almonte, Duero, Plaza del Espíritu Santo, y recogida en su iglesia.
Recorte de prensa de ese mismo día, con el anuncio de la procesión y el itinerario:
Llama la atención el pequeño rodeo que hacía la cofradía al llegar de recogida por las calles y la plaza situadas justo enfrente del templo del Espíritu Santo (Almonte, Duero) en lugar de recogerse directamente como parecería más lógico. También el revirado itinerario que sigue por la parte norte del barrio de Llopis, mucho más largo y completo que el actual (calles de Nicaragua, Uruguay…).
Nótense que las configuraciones de las calles eran distintas a lo que actualmente es el barrio, y que lo que hoy es una calle más entonces eran simplemente travesías, carreteras, o ni siquiera contaban con nombre oficial. La procesión se celebró durante algunos años -ya dentro de la década de los 70- con este mismo itinerario, aunque con alguna leve variación que no hemos podido recoger o documentar de ninguna forma. Sí que está documentado el itinerario de la cofradía en el año 1969:
Itinerario 1969
Iglesia parroquial del Espíritu Santo, Antonio Hurtado, Travesías Ecuador-Cuba, Ecuador, Chile, Bolivia, Travesía Colombia, Uruguay, Nicaragua, Travesía Chile, Antonio Hurtado (Tribuna Oficial), Carretera divisoria barriadas Espíritu Santo y Llopis Ivorra, Plaza del Espíritu Santo (parte alta), Duero, Almonte, Plaza del Espíritu Santo (parte baja), Iglesia parroquial del Espíritu Santo.
Las modificaciones son muy leves respecto al anterior, y en algunos casos parece que responden más a cambios en los nombres de las calles (o simplemente nombrar al mismo sitio de dos formas distintas) que a variaciones reales en el trayecto del cortejo. Por ejemplo, la nomenclatura de Antonio Hurtado en este caso debe corresponder por lógica a la actual Avenida de Cervantes, que en aquella época probablemente no era conocida como tal y era simplemente la prolongación de A.Hurtado desde la Cruz de los Caídos.
En el año 1970 la cofradía deja de salir de la ermita del Espíritu Santo y comienza a hacerlo desde el Buen Pastor, en la calle Costa Rica. No hemos encontrado ninguna confirmación al respecto de los motivos, pero coincide que precisamente este año el original Cristo del Humilladero deja de procesionar por su mal estado de conservación, y es sustituido por otro crucificado adquirido a tal efecto y que hoy conocemos como Cristo de la Preciosa Sangre. Es muy probable que el cambio de ubicación en la salida responda a esta importante novedad en la cofradía.
Tampoco se conserva confirmación ni documentación fiable acerca del recorrido exacto de la cofradía en el período de 1970 a 1975, pero es muy probable (por algunos indicios, lugares de salida y recogida, reseñas de prensa y fotografías donde se puede observar el paso por algunas calles) que el itinerario de estos años fuese el mismo o muy similar al que se realizó en el año 1976, y que sí está documento en actas de la junta directiva de la época:
Itinerario 1976
Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Avda. de la Bondad, Antonio Hurtado, Avda. de Cervantes, Espíritu Santo.
Este itinerario es bastante peculiar, por cuanto la cofradía recorre la avenida de la Bondad completa hasta el cruce de Antonio Hurtado con la avenida de Cervantes. En ese punto regresa hasta el cruce con la actual calle de la Roche Sur Yon (que entonces no existía como tal) donde suponemos que giraría a la izquierda para recogerse en la parroquia del Espíritu Santo.
La longitud parece a primera vista excesiva, y prueba de ello es que al año siguiente se recorta este mismo itinerario. En lugar de hacer la avenida de la Bondad completa se gira a la derecha en el cruce con la avenida de la Hispanidad y de ahí se enlaza con la avenida de Cervantes para terminar del mismo modo que el año anterior:
Itinerario 1977
Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Avda. de la Bondad, Avda. de la Hispanidad, Avda. de Cervantes, Espíritu Santo.
Este desfile de 1977 se realizó íntegro aunque con algunas dudas de última hora debido a la inestabilidad meteorológica y a los intermitentes chaparrones que pocas horas antes habían obligado a suspender la procesión de la Vera Cruz. Notemos que dentro de este itinerario la cofradía, una vez salía hacia las grandes avenidas, no contaba con ningún lugar para guarecerse en caso de lluvia.
En este punto debemos recordar que desde el año 1979 hasta 1985, tras la disolución de la antigua comisión Pro-Semana Santa, no se editan guías oficiales ni programas para consultar los recorridos de las cofradías, y por tanto hoy día no se conservan fuentes de consulta sobre estos años. En el libro Semana Santa de Cáceres (1970-1986): Los años perdidos se recogen a modo de anécdota (muy ilustrativa) las quejas que esta desinformación suscitaba entre la ciudadanía cacereña a principios de la década de los 80.
La pista de los itinerarios se pierde en este período, con la excepción del trayecto del año 1982, que es exactamente el mismo de 1977 pero recorrido en sentido inverso: subida por la avenida de Cervantes, bajada por el puente de la Hispanidad y regreso por la avenida de la Bondad. En este caso la cofradía no se recoge en el Espíritu Santo sino que lo hace de nuevo en el Buen Pastor, lo que ahorra aproximadamente media hora de procesión. Desconocemos los motivos de este cambio ya que todas las referencias anteriores y posteriores a esta fecha recogen que la cofradía salía del Buen Pastor y se recogía siempre en el Espiri.
Itinerario 1982
Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Avda. de Cervantes, Avda. de la Hispanidad, Avda. de la Bondad, Colombia y Costa Rica.
En cualquier caso, y habida cuenta de la similitud que presentan los itinerarios de 1976, 1977 y 1982, es de suponer que en el resto de años la configuración fuese la misma. Reseñamos también que entre los años 1982 y 1989 la imagen de María Corredentora desfila bajo palio.
Saltamos en el tiempo hasta el año 1986, fecha en la que volvemos a recuperar pruebas de los itinerarios gracias a las Guías Oficiales. Durante los siguientes cuatro años la cofradía estuvo procesionando por un extenso recorrido de aproximadamente 1950 metros de longitud con algunas novedades interesantes:
Itinerario 1986-1989
Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Avda. de la Bondad, Cristu Benditu, Ronda de La Pizarra, Andalucía, Avda. de la Bondad, Avda. de la Hispanidad, Avda. de Cervantes, La Roche Sur Yon, Espíritu Santo.
El itinerario era el mismo que se venía haciendo en la segunda mitad de los años 70, pero al salir desde la calle Colombia a la avenida de la Bondad la cofradía giraba a la izquierda en lugar de continuar hacia la derecha, para hacer una incursión por la barriada de las 300 (calles Cristu Benditu, La Pizarra y Andalucía) antes de volver de nuevo a la avenida de la Bondad y seguir por el mismo recorrid de antaño. Era una vuelta innecesaria desde el punto de vista logístico así que es de suponer que la cofradía quería expresamente acercarse a este barrio a costa de prolongar su estancia en la calle.
En este punto se subía por el puente directamente hacia la avenida de Cervantes (como sucedía en los años 70), ya que el tramo por debajo del puente no estaba asfaltado, era todo arena y hacheado. La carretera completa de la avenida de la Hispanidad no enlazaría con la Ronda de San Francisco hasta unos años más tarde.
En el año 1990 la hermandad decide, con carácter excepcional y sin visos de continuidad, abandonar su barrio y realizar la procesión por el entorno de la ciudad monumental. Con tal fin los pasos se trasladan a la concatedral de Santa María, que vería salir a la procesión en su día y hora acostumbrados (23 horas del Jueves Santo). El único motivo de este cambio fue acercar de algún modo la cofradía al público del centro de Cáceres, y también comprobar de manera experimental cómo podía ser el discurrir por la ciudad monumental.
Itinerario 1990
Plaza de Santa María, Arco de la estrella, Adarves, Puerta de Mérida, Santa Clara, Soledad, Hornos, Gallegos, Sergio Sánchez, Plaza de San Juan, Pintores, Plaza Mayor, Arco de la Estrella, Plaza de Santa María.
Tras esta novedad la hermandad vuelve en 1991 a su barrio, y vuelve a diseñar un itinerario nuevo cuya principal novedad es la renuncia a transitar por las amplias avenidas de la Bondad y de Cervantes para centrarse más en las calles recoletas del barrio de Llopis.
Itinerario 1991
Buen Pastor, Costa Rica, Colombia, Ecuador (parte alta), Venezuela, Avenida de la Bondad, Perú, Bolivia, Chile, Ecuador (parte baja), Colombia, La Roche sur Yon, Espíritu Santo.
Como vemos, en estos años la cofradía todavía salía del templo del Buen Pastor para recogerse en el Espíritu Santo. Llama la atención el rodeo por la parte trasera del barrio (calle Venezuela), lindando con las cuevas de Maltravieso. Aunque el itinerario que reproducimos aquí está extraído directamente del programa oficial de ese año, da la impresión de que faltan algunas calles en el tramo “…Venezuela, Avda. de la Bondad, Perú…», que con el actual callejero en la mano se revela físicamente imposible. Precisamente este año vuelve a procesionar la talla original del Cristo del Humilladero tras dos décadas sin hacerlo, y suponemos que no es casualidad que la cofradía decidiera volver a salir del templo del Espíritu Santo a partir de ese momento.
A partir de 1992, y tras la urbanización de la parte baja de la avenida de la Hispanidad (desde el puente hasta la Ronda de San Francisco) la cofradía puede por fin salir directamente desde el templo del Espíritu Santo hacia la calle Río Miño, volviendo a las avenidas de la Hispanidad y de la Bondad, y manteniendo durante casi dos décadas el recorrido en el período de mayor estabilidad en la historia reciente de la corporación:
Itinerario 1992 – 2009
Espíritu Santo, La Roche Sur Yon, Río Miño, Avenida de la Hispanidad, Avenidad de la Bondad, Colombia, La Roche Sur Yon, Espíritu Santo.
Con el paso de los años, y en especial con la evolución de los ritmos en los acompañamientos musicales, la cofradía fue tardando progresivamente más tiempo en completar este trayecto, hasta el punto de que en el año 2009 se recogió en el templo pasadas las 3 de la madrugada, tras más de cuatro horas de procesión. En este momento la corporación opta por una medida drástica: recorta notablemente su recorrido, y además adelanta la hora de salida primero hasta las 22:30 y después hasta las 22:00 horas del Jueves Santo. El nuevo itinerario, vigente hasta la fecha, es el siguiente:
Itinerario 2010 – Actualidad
Templo del Espíritu Santo, La Roche Sur Yon, Colombia, Bolivia, Chile, Cuba, Colombia, La Roche Sur Yon, templo del Espíritu Santo.
El eje fundamental de este recorte es la supresión, nuevamente, de las avenidas más largas y anchas, Hispanidad y Bondad, donde además de tardar mucho la cofradía no se lucía en absoluto. Poco publico y espacios muy abiertos. El recorrido se traslada directamente hacia las calles centrales y más recogidas del barrio de Llopis Ivorra, como sucedía en la década de los 70 cuando la cofradía salía del templo del Buen Pastor. En total, desde 1959 y sin contar los años de los que no se conservan pruebas fiables, la procesión del Cristo del Humilladero contempla hasta dieciséis cambios de itinerario y nada menos que cincuenta calles o plazas diferentes en sus trayectos. Como curiosidad, las calles de Honduras y El Salvador son las únicas de todo el barrio por las cuales no ha pasado nunca la cofradía, al menos con la nomenclatura actual.
NOTA: Mi agradecimiento a Ismael López, secretario de la cofradía del Cristo del Humilladero, por su colaboración en la documentación de este estudio y el aporte de numerosos extractos de actas de la hermandad.
Fuentes consultadas: Archivo Histórico Municipal, Archivo de la Diputación Provincial de Cáceres, Archivo de El Periódico Extremadura y del diario Hoy, fotografías de colecciones privadas, cuadernillos del Pregón de Semana Santa, Archivo de la Cofradía del Stmo. Cristo del Humilladero.
Todo vino de repente. La noche nos arrinconaba amenazante, robándole una hora al espacio que la tradición le tiene asignado, y ciñéndose sobre nosotros como cruel espada de Damocles. Nadie lo expresaba de viva voz, pero quien más o quien menos andaba con la mosca detrás de la oreja. Aquél no era su lugar. Fueron la Soledad con su serena presencia y la Zapatona con su solemne sandalia las únicas que pudieron vencer en este duelo contra la sombra. La Esperanza hizo amago de intentarlo, pero muy pronto se arrepintió, media vuelta a trompicones. Ellas deben pisar la calle con la claridad del día, así lo narran los libros. El Señor de las Batallas, que de siempre ha tenido un corazón más rebelde que el de los demás, no cedió al capricho de los científicos que le echaron la noche encima. El Perdón quiso imitar su ejemplo al siguiente día, y también le dijo tururú al mes de marzo. Definitivamente, aquél no era su lugar.
Han pasado ya doce meses desde aquella semana tan extraña. ¡Niña ponte guapa, que llega de nuevo tu cumpleaños! Vete secando los sinsabores, despídete del martirio y olvida ya el secuestro infame del año pasado. ¡Corre y dale un abrazo a tu abril!
En este abrazo se resumen la espera y la frustración contenidas durante tanto tiempo. Regresa la Semana Santa para fundirse en las manos de su legítimo dueño, tras un fugaz paréntesis en el que marzo se hiciera el encontradizo y nos la tomara prestada sin permiso, remojándola con ensañamiento, vistiéndola con otras ropas y tiñéndola con otros colores. Esta sí vuelve a ser la rutina de cada cuatro estaciones, la nuestra, la verdadera, no el tocomocho, no la caricatura, no el sucedáneo burdo de la última vez.
No sabemos cómo la recordarán las crónicas, ni qué huella dejará en la historia, pero sí tenemos la certeza de que, para lo bueno y para lo malo, saldrá de adentro de los hombres. Y de adentro nacen también los remedios para los males que ellos mismos sembraron, abonaron y recogieron. Por fin, tras largos años de deambular apuñalando nuestra condición de hermanos, la Semana Santa parece que retorna, o mejor dicho, la reconducen, a ese remanso de cordialidad del que nunca debió salir. O por lo menos a las lindes del remanso, que ya es bastante si echamos la vista atrás y recordamos todo el barro que tuvimos que tragar últimamente -unos más que otros, bien es cierto. Quiera Dios que no se rompa el equilibrio y que este cuadro tan dulce no lo pintaran con el pincel de la farsa ni con la brocha gorda del espejismo. Que las malas lenguas se las contemos a nuestros nietos tan solo como noticia histórica. Ése debiera ser el acontecimiento más recordado de este ejercicio, con una consideración muy por encima del resto. Cualquier otra cosa, aun sin sorprendernos lo más mínimo, no significaría más que una nueva muestra de ombliguismo atiborrado por parte de quien o de quienes correspondan. Y es que estas pamplinas, vamos a decirlo claramente, nada más que le interesan a los veinte locos que estamos ahí pringando meses y meses. Al cofrade común todo esto le suena a chino. Pasa. No quiere polémicas ni historias raras, que además de no interesarle ni siquiera las entiende. Él lo único que quiere es coger su túnica, hacer su procesión, pum pum pum y pa casa. Ahí está el tío. Y luego vamos llorando de que si falta participación en los cultos, más presencia en las asambleas, más colaboración en el día a día de la hermandad… pero es que, viendo lo que se cuece internamente, yo a veces ya me cuestiono si no deberíamos tomar ejemplo de ese cofrade de a pie, y dejar definitivamente de aburrirnos a nosotros mismos.
El caso es que nuestra fiesta, enemiga de la sátira y tradicionalmente muy sensible a lo mordaz, tendrá que lidiar en 2009 con una densa sucesión de estrenos y efemérides. Estas novedades, además de disparar desde muy temprano el mercurio del termómetro capillita, van a permitir a las autoridades renovar un poquito su repertorio de saludas, prólogos y discursos varios, que ya estaban empezando a coger moho.
Alcaldes y alcaldesas, concejales y personalidades diversas, afortunados gobernantes de una población afónica y apocada en la mansedumbre, nos llena de orgullo y satisfacción poder contar con su apoyo, aunque sea cada doce meses y gracias. Los cofrades, de manera entrañable, solemos acordamos de ustedes por estas fechas, cuando el pico, la pala y la hormigonera acuden puntuales a su cita con la Ciudad Antigua. Seguimos rezándole a nuestros santos para que alguna vez pongan ustedes los medios, y no las zancadillas, para alcanzar todos los logros que pregonan. Seguimos rezándole a nuestros santos para que alguna vez traduzcan en hechos todas esas palabras que repiten con tanto entusiasmo (bla bla bla turístico… bla bla bla cultural… bla bla bla 2016…) porque, de lo contrario, lo que nos vamos a comer será un gran mojón de interés internacional, para admiración de todo el continente y también por supuesto del vecindario. Preste atención, mi querido visitante, si tiene usted idea de venir a Cáceres en Semana Santa, pues a continuación le vamos a explicar las maravillas y el interés turístico que podrá disfrutar en nuestra ciudad:
El tercer conjunto monumental de Europa, no pierda detalle, inmaculadamente levantado en obras con la llegada de cada primavera. Una hostelería bandolera, para degustar los productos de nuestra tierra a precios patrimonio de la humanidad. Balcones, plazas y callejas engalanadas con óxido dieciochesco, tres manos de pintura vieja y un sutil alfombrado de cáscaras y frutos secos. Las novedades de la moda en la pasarela cofrade para esta temporada: minitúnicas de antiquísima generación con caída hacia el suelo, vaquero asomadizo y bajomanga de Ralph Lauren; chicle de menta contra la sed y gafas de sol a juego completan el conjunto. Admire la rectilínea majestad de esta concurrida legión de capirotes, clónicos, erguidos, dejando patente ese gusto por los detalles que siempre nos ha caracterizado. Centuriones romanos con reloj de pulsera acorazado, o Casio digital sumergible. Silencio sepulcral en las procesiones (y en la ventanilla de las subvenciones). Hermanos de carga que hacen valer su jerarquía frente al jefe de paso, confundiendo mando y obediencia. Allí, soterrados bajo los varales, rechinan las blasfemias y los tacos procaces, tantos que si algunos párrocos los oyeran, encontrarían al fin motivos de sobra para seguir puteándonos como nos putean. Hombres hechos y derechos de trece años paseando con alegría a nuestros ídolos sobre sus vértebras de cristal. Espectacular iluminación artística con 125V de corriente alterna. El respetuosísimo público que manda callar con discreción a las bandas de música. Una no-votada clase política cebollera, que lo mismo un año reniega de la Semana Santa que al siguiente está en la comisión para tramitar el Interés Turístico Internacional. Figúrese usted, y no va con segundas lo de figurar, lo que aportarán en esa comisión los mismos nombres y apellidos que “por principios” se niegan a presidir un desfile en calidad de alcaldía. Por principios. Tenga esto bien presente, amigo visitante, cuando de boca de esos mismos escuche por ahí los cacareos de la capitalidad cultural y del interés turístico. Ni con zancos les llega para estar a la altura del evento. ¿Qué más tenemos? Una Semana Santa impermeable (nunca se moja), guerrillas subterráneas entre clanes y hermandades, celos y rencores por los siglos de los siglos, cofradías que por encima de la palabra de Dios proclaman la palabra de los juzgados… amigo turista, acérquese a nuestro templo sin vendas ni pudor, no se olvide ni un momento de prestar gran atención, y dígame cuando se marche, con la mano en el corazón, si no ha visto usted aquí lo mismo que he visto yo. Todo esto y mucho más lo vivirá en primera persona, distinguido huésped, si acude usted en vacaciones a esta noble tierra de los llanos. Bueno, o a lo mejor son cosas mías… que soy muy malpensado.
Con todo, la ocasión igualmente lo merece, así que no se quede en casa, no permita que se lo cuenten porque jamás sentirá el latido del bombo, no lo vea por la tele que es mentirosa y esconde lo que no le conviene, olvídese de Internet que los perfumes no caben por el cable, no lo lea en los periódicos porque… buf, los periódicos, mejor me callo. No busque intermediarios, abandone los tapujos y visite el museo donde la muerte es una obra de arte. Bienvenidos sean todos a Cáceres, herencia de los hombres. ¡Bienvenidos al templo de abril!
Bienvenidos a un imperio más allá de la Tierra, un imperio tejido con hilo pobre pero digno, que rebosa de solera, de cultura y de identidad propias. Bienvenida la calidez de sus gentes, orgullosa de ser de donde es, y bienvenida la gloria de haber crecido sin más ayuda que su fe y sus sudores. Un gran imperio con su túnica por bandera, con su himno de saeta, su laurel de madreselva, un escudo en cada torre, una historia incompleta, con sus guerras entre hermanos, las horquillas por espadas, sin más regente que su pueblo, parlamento de cofrades y de leyes heredadas.
Bienvenida sea la caída de la tarde, y adiós a la tarde caída, a la noche pronta, al amanecer antes de hora. Cada una en el lugar que le corresponde, justo, preciso, ni antes ni después. Así lo dicta abril. Bienvenidas las salidas con el cielo pálido, los tintes y colores como mandan los cánones. Bienvenidos muros modestos, anchos redobles, vastos silencios, quejumbres siniestras y estandartes en su majestuosa guardia. Bienvenida cigüeña temprana en tu nido de alta rama, pertinaz centinela estatuario, corona sigilosa para esta maraña de aljibes, callejuelas y campanarios.
Bienvenido tú, que para ser cofrade te sobran el traje, el orgullo y los delirios de grandeza. Bienvenido tú, espectador inadvertido, forastero que palideces ante la verticalidad colosal de las torres moras. Tus diez mil ojos acarician mi piel. Bienvenido tú, abuelo que te desangras con cada recuerdo que recompones. Bienvenido cargador, sólo tú sientes el vértigo de encarar esa cuesta cuando pasas junto al postigo de Santa Ana. Sólo tú sufres la penumbra de ahí debajo, donde el aire se vuelve irrespirable. Sólo tú conoces lo que duele esa Plazuela del Socorro. Sólo tú sabes lo que es dejarse la salud en cada bache, en cada alcantarilla, en cada calle desnivelada. Bienvenido amigo, amiga, internetero fanático, compañero ocasional, colega de fatigas, noctívago, mentor o ayudante fiel. Sin vosotros nada de esto tendría sentido.
Bienvenidos hermanos de la Sentencia y del Dulce Nombre, aquí culmina vuestro sueño. Este cofrade os envidia. Probablemente algún retorcido se atreverá a contemplaros de brazos cruzados y mirando al suelo. Sentid lástima por él y confiad en que, por turbias que bajen las aguas, jamás se pierda el respeto. Arrimad el hombro para que Cáceres no cambie de nuevo la miel por el veneno. Y procurad que las portadas y las noticias sean para el que va arriba, y no para el que va debajo, que de sinsentidos en esta selva ya estamos curados de espanto.
Bienvenido el clavel, la espina, el cardo y el abrojo, hiedras y tríbulos por igual. Bienvenidas las púas, trancos y astillas, los sonidos y aromas que solo nosotros sabemos apreciar. Bienvenido el Cáceres del viejo tiempo, Cáceres de los fueros, de los Ulloa y de Espaderos, de Becerra y Casa Quemada, de Moctezuma y Carvajal. Cáceres de Ovando y de Pereros, Cáceres de Rivera, de Godoy y de los Condes de Adaneros. Cáceres que enciende un relumbro como salutación de sus muertos. Cáceres de los linajes que viven en las paredes. Cáceres de los púlpitos, de las troneras, los matacanes y las almenas. Del pretil de las murallas. De la crestería de los Golfines. De las gárgolas en las Veletas. Bienvenidos patios y palacios, antorchas, lunas y escalones, palmeras, pedruscos y torreones. Un cristo que se desliza entre las casas de los comendadores. El incienso en ese lujo que se llama Plaza de San Jorge. Tracatrán, clán, vaivén de lao a lao, no subirse al bordillo, ¡yo aquí voy colgao! Bienvenidos la horquilla y el varal, ya sabéis que en esta casa podéis entrar sin llamar. Seguiréis siendo por siempre los brazos de nuestra cruz de guía. Bienvenida la ilusión que me traes, el quebranto y la tensión de incertidumbre. ¿Bienvenidos los palios? Me basta con el azul de tus días.
Bienvenida feroz máquina del tiempo, bienvenido rocoso túnel que nos conduce del árabe al romano, del almohade al visigótico, de la judería al plateresco, del veintiuno a cualquier otro siglo de nuestra era. Bienvenido escenario milenario que muchos ya para sí quisieran, pocos como tú presumen de haber visto más navidades que cualquier imagen que los recorriera. Bienvenidos Pintores, Hornos, Santo Domingo, Corredera de San Juan, Arco de la Estrella, Cuesta del Marqués, Plaza de la Soledad, Caleros, Adarves, Puerta de Mérida… ni carrera oficial ni ná.
Bienvenida Afrodita de occidente, jardín del arte, altar único de los que aman sus raíces. Bienvenida feria de los sentidos, carnavales de la fe, esencia del medievo, música de todo el mundo, capital de la Pasión, del vino y de las rosas. La que no distingue edades, géneros ni condición. A ver quién te discute aquí tu trono. Agradezco en el alma, te lo juro, el dolor de quien te pariera, si acaso fuera de este mundo. Te doy las gracias por este profundo enjambre de sensaciones que lo mismo me elevan que me hastían, desde aquel lejano día en que me cogiste de la mano y yo te dije que sí. Gracias por dibujarme tus memorias en esta cinta de Moebius de doce meses de diámetro; hay que joderse, lo bonito que lo pintas… ¡nunca he sabido si nos haces o te hacemos! Gracias por permitirme dar un sentido honesto a un concepto tan traicionero y manipulado como el de religión. Gracias un año más por haber venido a visitarme antes que San Pedro. Y gracias en nombre de todos los que reducen su universo a un palo, una vela y cuatro maderos.
Aquí estás otra vez, eterna, exacta, infinita. Y sigues viva; la prueba está en tu gente, que no se arruga, que sigue viendo, callando y trabajando. Todos ellos se merecen con justicia la más cordial de las bienvenidas, pues están a punto de concluir un viaje que siempre, siempre, se hace largo, y cuya distancia no la miden las hojas del almanaque sino la hondura de los recuerdos. Bienvenidos compañeros a la primavera, bienvenidos a abril, bienvenidos a la Semana Santa de Cáceres. Palabras Mayores.