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Hace pocas fechas hemos asistido con tristeza a la despedida de un portal emblemático: Cofrades-digitales.com. Lejos de desarrollar aquí unas vacuas líneas de semblanza, me gustaría salpicar este momento con algunas reflexiones acerca de su inadvertida labor. Inadvertida por desarrollarse en un medio en el que las cofradías cacereñas todavía se mueven con pasos torpes y lentos, acaso aprendiendo a gatear: páginas web prehistóricas, desactualizadas, desuso de la tecnología, nula presencia en redes sociales… un camino que esta web y su responsable, con bastante más clarividencia que el resto, ha sabido recorrer durante siete años con gran tino. Cofrades-Digitales acaba de concluir una senda que muchos ni siquiera han tenido arrestos de empezar. ¿Y en qué va a quedar todo esto?
Qué pena que el sanedrín de los sumos sacerdotes haga como siempre y recurra al DNI y a los apellidos para dictaminar sus reconocimientos. Reinará la complacencia sobre la justicia y a tí, nuevamente, te premiarán con palmaditas en la espalda, que la tendrás ahíta de cardenales aunque no te prodigues ya en el oficio de la carga. Con el paso de los años uno se va dando cuenta de que entre tanto cofrade de labia y posturita, se echan en falta elementos que verdaderamente hagan -no digan, aporten -no prometan, y estén -no figuren. En este paisaje se te echará en falta.Ya quisieran muchos de nuestros sabios doctores querer a esta fiesta como tú la quieres.

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En los últimos años han ido surgiendo en nuestra ciudad diversas asociaciones cofrades que, con mayor o menor fortuna, han querido desarrollar una actividad paralela al oficialismo de las cofradías. Me vienen a la cabeza La Horquilla, Intercáceres, Alma Cofrade, Corona de Espinas, Cofrades Digitales, y seguramente otras que por olvido o desconocimiento vayan a quedarse fuera de este texto. Todas ellas con personalidad y entorno propios, pero con un denominador común: nacen impulsadas por gente joven. 
No sé realmente si desde las cofradías, que supuestamente aglutinan la vida cofrade de la ciudad, se ha analizado en profundidad este hecho, sus causas y sus consecuencias. No da la impresión, en cualquier caso, de que la UCP cacereña sea un organismo actualmente interesado ni propicio para ocuparse de estas cuestiones.
Y nosotros, ¿lo hemos analizado? ¿qué significado tienen? ¿a qué necesidades responden? ¿Por qué no suelen tener continuidad? Dejo algunas respuestas que no me he sacado precisamente de la manga; están o han estado en la calle y en las corrientes de opinión cofrade de nuestra ciudad.
– ¿Necesitan los cofrades más jóvenes otras formas, otros entornos, otros caminos para expresarse, que no encuentran en las cofradías?
– ¿Ganas de impulsar o promover determinadas actividades que escapan al ámbito o capacidad de una cofradía penitencial?
-¿Afán de protagonismo?
– ¿Aburrimiento?
Todas estas respuestas, y algunas más, pueden ser igual de válidas o inválidas. Será interesante conocer el punto de vista de muchos.