Quiero compartir hoy una entrevista que encontré en el foro de PatrimonioMusical.com (portal que aprovecho también para recomendar a todos los interesados en las lides musicales) al músico y compositor Nicolás Barbero.
La entrevista no es actual, tiene ya algunos años, pero para mí es más que vigente y a buen seguro no deja indiferente a nadie. Yo no soy objetivo, pues me declaro ferviente admirador de su música, pero suscribo una por una todas las opiniones vertidas en este cuestionario. Recomiendo leerlo y reflexionar. Sus respuestas, como sus composiciones, no son siempre fáciles de digerir en primera instancia.
Enlace original: Entrevista a Nicolás Barbero Rivas
Nicolás Barbero Rivas:
“Hoy día muchos juegan a componer”
Hace un alto en su ‘maratoniana’ jornada de preparación de cara a las próximas oposiciones al conservatorio para recibirnos. Ante su piano, fiel compañero a lo largo de cerca de 20 años de carrera, habla acerca de su visión del mundo cofrade, y especialmente de su música, a la que lleva vinculada desde los 15 años. Aplaudidas piezas como ‘Reo de Muerte’, ‘Sangre en tus clavos’ o ‘Lloras en tu Soledad’ forman parte de su particular catálogo, que pretende ser distinto al del resto. Es Nicolás Miguel Barbero Rivas, el más joven autor consagrado de música cofrade en nuestra ciudad y quien cierra esta sección. Palabras directas y sinceras sobre el mundo musical de las cofradías de la actualidad que, a buen seguro, como su música, no van a dejar indiferente a nadie.
¿Qué tienen tus marchas que no tienen las de otros compositores?
Conocimientos musicales, fruto de una buena preparación. No me considero bueno, pero por ello me preocupo por mejorar y prepararme, ya que en mi opinión, la composición es algo muy serio, y no puedo hacer como otros muchos hoy día, que juegan a componer.
¿Están dando los compositores de hoy día todo su potencial a la hora de trabajar?
Sí, en muchos casos, y se pueden contar con los dedos de las manos. El problema es que mucha gente se basa en trabajar sólo ante el ordenador, y eso no lo es todo.
En tu opinión, ¿qué habría que hacer?
Trabajar más en la base musical, no ya con armonía, sino con lo fundamental y lo primero, el lenguaje musical, el solfeo, que es lo básico y parece que a veces ni tan siquiera se sabe.
¿Cuál es tu fuente de inspiración más recurrente?
Ninguna. La inspiración es necesaria hasta cierto punto. Cuando hay preparación musical, la inspiración queda relegada a un segundo plano. Ya lo he dicho, no soy bueno ni un genio ni nada por el estilo, pero por necesidad, una vez tuve que hacer una marcha en media hora. Gracias a mi formación, pude hacerlo.
¿Ni siquiera tomando como base los clásicos de la música cofrade?
Me gustan mucho los clásicos, son nuestra tradición y hay grandes obras, pero desde el punto de vista artístico, y esto es un arte, debemos evolucionar. Tenemos que dar muestra de que ese arte está vivo y evoluciona, dejando cada época su sello y su estilo.
¿Qué proceso sigues a la hora de componer?
Básicamente compongo con el piano, y cuando no puedo hacerlo porque no lo tengo delante, pues de cabeza, mentalmente, siempre con mi papel pautado, mi lápiz y una goma de borrar. Después, cuando está todo hecho, utilizo el ordenador para pasar a limpio la marcha y presentársela a la banda.
Tus marchas, ¿son exigentes tanto para interpretar como para escuchar?
Sí, tanto para interpretar como para escuchar. Siempre que la gente escucha una marcha mía, suele decir “que cosa más rara”, pero al tiempo, le termina gustando, y parece que mucho. Cosa parecida ocurre con las bandas que las interpretan, que siempre dicen que son muy difíciles. Pues eso tiene una solución fácil: estudiar. Yo cuando estaba en el conservatorio no podía decirle a una profesora que tal o cual obra era muy difícil de interpretar. Si no salía, pues a estudiar más. La Semana Santa se creó como catequesis pública, para adoctrinar, y la música, como parte de ella, debe ayudar a ello, y es algo muy serio y por ello el compositor debe tener acogido un compromiso.
¿Cuál es ese compromiso?
Que con nuestra música debemos acercar a la gente más a Dios, no sólo a una imagen de una Virgen o a un paso de Misterio concretos. Esa es mi forma de pensar. Creo que debemos componer marchas más espirituales, que ayuden a ello.
Entonces, ¿qué es lo que quieres transmitir en tus marchas?
Quiero reflejar la ‘banda sonora’ de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Con respeto al resto de compositores y a quien no piense así, creo que esto es lo que debemos de hacer, nuestra obligación, como complemento a esa catequesis pública que es la Semana Santa.
En tu opinión, ¿cuáles son los males que acechan a la música cofrade?
Primero, que no entiendo como un compositor puede hacer tantas marchas en un año. Abunda la cantidad pero no la calidad. Parece que estamos para rellenar discos, y no olvidemos que ese no es nuestro fin, sino el de interpretar nuestra música a Dios. Otro, que nos estamos quedando estancados en la composición. No podemos pensar que todo está hecho. Tenemos que dejar constancia de nuestra época en nuestra obra. Ahí creo que el problema reside en que la gente no es que no tenga conocimientos para crear, sino que no quiere aprenderlos. Por último, decir que hay muchas bandas que optan, en vez de pedirte tus marchas, por sacarlas de oído de tus discos, significando un detrimento en la calidad de tu trabajo, ya que ellos después le ponen tu nombre a una cosa que no es verdaderamente lo que tu escribiste.
¿Se ha convertido este mundo en un negocio?
Sí, ¿acaso no lo es hoy el de la imaginería, la orfebrería o los bordados? La música es otro arte más, aunque está infravalorado, siendo nosotros los mayores culpables de que pase eso. De todas formas, yo no pretendo vivir de esto.
¿A qué le debes ser hoy día compositor de marchas procesionales?
A que cuando era estudiante de piano, con unos 15 años, quería hacerle una marcha a mi Cristo de la Borriquita de Dos Hermanas. Curiosamente, por circunstancias ajenas a mí, nunca se ha llegado a tocar dicha marcha, aunque está hecha desde hace años, y creo, que tampoco se tocará en mucho tiempo.
¿Y a quién le debes que hoy día seas compositor?
En mis inicios tuve el ánimo y el apoyo de José María Blanco y José Manuel Mena. Ya mi forma de componer y mi estilo, lo desarrollé por mí mismo.
Hoy día trabajas mucho con la Agrupación Musical La Pasión de Linares, a la cual muchos consideran la mejor de Andalucía, ¿a qué se debe esa relación especial?
A que ellos fueron los que realmente confiaron en mí en todo momento. Allí, aparte de una vinculación musical especial, tengo muchos buenos amigos. Todo lo que compongo que considero de mayor calidad y complejidad, se lo doy a ellos, porque responden sin problemas. Son buenos y trabajan duro, y además, no se dejan deslumbrar por Sevilla.
¿Es Sevilla un escaparate musical deseado por ti?
No, gracias a Dios. Por las circunstancias que sean, ni a mi ni a muchos creo que nos haga falta. Lo que se crea en Sevilla hoy día, musicalmente hablando, deja mucho que desear. Por ejemplo, las Tres Caídas de Triana o la agrupación de la Encarnación me han pedido marchas, pero no me siento identificado con su trabajo y su forma de trabajar, y les he dicho que no. En Sevilla, en cuanto a música cofrade, hoy día no está lo mejor. Hay muchas buenas semanas santas fuera y no las conocemos, y por lo que he podido vivir, tienen cosas muy buenas.
¿Qué está por venir en el mundo musical cofrade?
Sinceramente, no lo sé.
¿Qué quisieras que viniera?
Que se deje al margen ese estilo flamenco de ornamentación innecesaria. Le pido también a la gente que no se cierren meramente a lo material, y que abran más los ojos hacia el trasfondo de aquello hacia lo que componen. Espero una evolución, al igual que en otros aspectos de la Semana Santa, hacia algo más espiritual y religioso, que desgraciadamente, parece a veces que se ha perdido.
¿Qué te queda por hacer?
Como en la música de la Semana Santa no está todo por hacer, pues siempre queda algo pendiente. No tengo ningún objetivo concreto en la actualidad.
¿Qué le dirías a todos aquellos jóvenes que quieren adentrarse en este mundo de la composición musical cofrade?
Pues que tienen mi apoyo por completo, y que si alguien quiere acudir a mí para consultarme o para que le ayude, que lo haga. También les digo que deben ser conscientes de su preparación, y que todo es mucho más fácil con una buena formación musical. Aprovecharía igualmente para decirles que es muy importante una buena formación cristiana, ya que si su fin es componer piezas dedicadas a Dios y no creen en él, pues creo que no son honestos consigo mismos ni con el resto.
¿Algo más para despedirte?
Pues que esta es mi modesta opinión, y que no pretendo ofender a nadie. Si lo he hecho, pido perdón. No pretendo hacer crítica gratuita ni malsana, sino comentar los aspectos que, reitero, en mi modesta opinión, debemos entre todos mejorar sobre algo que a todos nos duele mucho: la Semana Santa.
PERFIL:
Lugar y fecha de nacimiento: Dos Hermanas, 28 de enero de 1979
Marchas compuestas: 1 para cornetas y tambores, 1 para banda de música y aproximadamente unas 10 para agrupación musical.
Marcha propia favorita: No tengo ninguna favorita, aunque si destacaría, tal vez por su contenido musical, la de ‘Señor de San Basilio’, compuesta para la Redención de Córdoba.
Marcha favorita de otro autor: Diría una de cada género; ‘Dios padre, Dios del Amor’ de Francisco Javier González Ríos en cornetas y tambores; ‘Soleá dame la mano’, de Font de Anta para banda de música y ‘Reina de los Ángeles’ de ‘El Canario’ para agrupación.
Momento de la Semana Santa nazarena que te inspire: Me quedo con las vísperas. Me encanta asistir a un Vía Crucis o actos así, y sin lugar a dudas, como momento más especial, el Domingo de Ramos por la mañana, la Función de Palmas, me encanta.
Enlace original: Entrevista a Nicolás Barbero Rivas en el foro de PatrimonioMusical.com
Aplaudo el gusto de la entrada. Me parece muy interesante, y tiene mucho sentido lo que dice el compositor musical.
Gracias Eloy. Tiene sentido y valentía, hay más de un titular en las respuestas que no es fácil de asimilar en un mundillo tan sensible a las críticas como el nuestro. Mi favorito es «parece que estemos para rellenar discos».
Como bien dices, hay muchos titulares. Barriendo para casa: «En Sevilla, en cuanto a música cofrade, hoy día no está lo mejor. Hay muchas buenas semanas santas fuera y no las conocemos, y por lo que he podido vivir, tienen cosas muy buenas.»
He puesto la primera frase en el comentario, porque si no la segunda carece de sentido, pero en realidad, la segunda es la que más peso tiene con respecto a la primera. Y con respecto a esa, no sé si el entrevistado conocerá o no la Semana Santa de Cáceres, pero sería cuestión de mandarle un correo electrónico (si se puede conseguir ese dato en Internet), y pasarle algún que otro documento, y a posteriori, hacerle una entrevista.
Otro detalle es la profunda espirtualidad y fe que tiene este hombre, como pocos, de la gente que está vinculada a las bandas y más de uno
Bueno, ahí tanto la pregunta como la respuesta vienen porque es un tema recurrente en su trayectoria. Todos sabemos la importancia de la S.Santa de Sevilla y el peculiar «ajetreo» que hay con la cuestión musical, bandas, estilos y demás. Barbero es reconocido casi unánimamente como el mejor compositor contemporáneo, pero sin embargo ninguna de sus marchas suena en Sevilla ni compone para agrupaciones de allí. Y eso enlaza con el debate (en el cual nosotros no podemos entrar ni salir mucho) de que en materia de Agrupaciones Musicales la mayor calidad tanto compositiva como de interpretación no se encuentra en Sevilla sino en Córdoba y Jaén. Esto por supuesto sin menospreciar en modo alguna las AM de Sevilla, que son de enorme calidad también. Todo muy opinable, cómo no.
Las composiciones de N. Barbero (que no son muy numerosas) son casi todas para agrupación musical, muchas de ellas entregadas directamente a Pasión de Linares que es la banda con quien el compositor guarda una vinculación más estrecha.