173

Personajinos cofrades (VII): El meteorólogo
— «Pues he visto en una web que dan lluvia a partir del Domingo de Ramos.»
— Venga ya, hombre… todos los años estás igual, además de aquí a dos semanas es imposible que acierten.
— «Que sí, lo he visto en una página especial de la NASA, que es la que usan los marines para saber si puede salir a coger espárragos al campo, y no se equivoca nunca. Aciertan el 99% de las veces que tienen razón. Además este año es impar y ya se sabe que los años impares siempre salen con mal tiempo.»
Esta familiar conversación tiene lugar el tercer domingo de Cuaresma de un año cualquiera, en una barra cualquiera con dos cofrades cualquiera. Bueno, uno de ellos no es exactamente cualquiera. Es nada menos que el cofrade meteorólogo, temido y respetado a partes iguales, acaso entrañable en otras épocas del año, pero audaz y peligroso cuando se despide Don Carnal. Confesemos: todos volvemos la cara y nos cambiamos de acerca cuando lo avistamos por la calle después del Miércoles de Ceniza. Internet se convierte en sus manos en un diabólico instrumento de tortura, y a su alrededor sabemos que en algún momento va a derivar la conversación hacia aquello que nunca deseamos oír.El cofrade meteorólogo alberga un variado muestrario de tipologías, aunque podemos destacar una sobre todas las demás. Persona ya muy vivida, no sabemos si poco viajada, este espécimen es una enciclopedia viva del cacereñismo en su más rancia estirpe. El meteorólogo es un cofrade de la vieja usanza, omnisciente y custodio de nuestras más ancestrales tradiciones. Pertenece a ese reducto de auténticos que piden menos carpaccio y más serrín en los bares. Detesta la fruta escarchada del Roscón de Reyes. No se pierde una excursión de cofradías. Tiene anotado en su memoria el tiempo que hizo el Lunes Santo de 1991 por la tarde. Conoce incluso la edad de la vieja que vende orégano en la calle Pintores. Despliega, por lo tanto, un poderoso abanico de virtudes ante el que cuesta no rendir honores y mostrar justo respeto.
El cofrade meteorólogo no se amilana frente a las predicciones, y la sombra de la duda es su eterna pareja de mus. ¿Bajan las temperaturas por la noche? Eso es que mañana llega la borrasca. ¿Cambia la dirección del viento? Puede cubrirse el cielo en cuestión de diez minutos. ¿Tiempo seco y soleado? Cuidado que por Trujillo se están formando tormentas. Diríase incluso que nuestro amigo conserva en lo más hondo una especial querencia por la escritura cursiva de la lluvia. Cuando las nubes descargan vigorosamente y corroboran su fatal augurio, el cofrade meteorólogo esboza una maléfica expresión mezcla de gozo, resignación e indiferencia.
— «¿Lo ves? Ya te lo dije…»

3 thoughts on “173

  1. Y el caso es que el cofrade meteorólogo suele tener razón siempre. Más que nada porque la Semana Santa se celebra a comienzos de la primavera. Una época en la que lo normal… ¡es que llueva!

  2. Sí sí pero el cofrade meteorólogo es capaz de decirte la temperatura que va a hacer en el Santo Entierro simplemente viendo cómo se mueve una rama del olivo de la Oración en el Huerto

  3. O aún más, simplemente con ver lo que dura la candelería de la Virgen de la Esperanza encendida en el tramo de la cofradía desde Galarza hasta calle Zurbarán.

    Buena entrada!! Enhorabuena.

Los comentarios estan cerrados