180

 
Entrevista a César Rina (1/3)

* NOTA: Las opiniones que se exponen a continuación son autoría y responsabilidad de César Rina, no de Caceresenochodias.com.

César Rina Simón (Cáceres, 1986) es Licenciado en Historia e investigador nacional del Ministerio de Educación, así como profesor en la Universidad de Navarra. Es hermano de las cofradías penitenciales de la Salud, Ramos, Batallas y Soledad y las gloriosas de Nuestra Señora de la Montaña y de la Virgen del Rosario de Fátima. Tiene el privilegio de participar activamente en la Hermandad que concentra sus devociones: el Señor de la Salud y María Santísima de la Estrella.

– Cáceres en 8 días: César, ¿Por qué eres cofrade?

En mi caso, José, mi pasión por la Semana Santa no viene de familia. Pero desde que tengo uso de razón recuerdo que mis padres me llevaban a todas las procesiones. No quería perderme ninguna. Desde niño supe que quería ser cofrade, era algo instintivo, irracional. Actualmente, soy cofrade porque creo en las manifestaciones públicas de la religiosidad popular, en la Pasión y Resurrección de Cristo y en los Misterios Dolorosos de María. Pero también, porque es una manifestación propia de nuestra tierra que ha adaptado sus significados y funciones a lo largo de la historia. En un mundo cada vez más globalizado y homogeneizado, la Semana Santa permite que desarrollemos nuestra identidad y nuestro arraigo a la tradición.

– C.8.D: Hace cuatro o cinco años era imposible dirigirse a nadie como “costalero cacereño”… ¿qué te llama a incorporarte al mundo del costal?

Si te soy sincero, si me hubieras hablado hace seis años de costaleros, te hubiera respondido que no, que eso no era cacereño. Ni siquiera sabía qué era exactamente eso de ser costalero. En cambio, hoy, después de cinco años bajo el paso del Señor de la Salud, puedo decirte que ha sido una experiencia única y enriquecedora, desde el punto de visto religioso pero también vivencial y emocional. Entré por casualidad, sin saber dónde me metía, pero ahora no puedo entender mi Semana Santa sin ponerme el costal. A todos aquellos reticentes, les recomendaría que hicieran la prueba durante un día.

– C.8.D: ¿Se vive de manera diferente la Semana Santa bajo la trabajadera que bajo los varales? Si es así, ¿cuáles son a tu juicio las principales diferencias?

Sin duda, la vivencia es completamente diferente. Con esto no quiero decir que cualquiera de las opciones sea mejor, pero sí que la preparación del costalero marca una serie de actitudes diferenciadas. En primer lugar, hay que entender que a diferencia del hermano de carga, que lo es durante un día, los costaleros se reúnen semanalmente para ensayar. Haga frío o calor, una treintena de hermanos se junta durante todo el año para cargar. ¿Qué hermandad cacereña reúne todas las semanas a treinta hermanos? Esto propicia que se desarrollen vínculos afectivos intensos dentro de la Hermandad y que los costaleros muestren un compromiso anual. Además, si una de nuestras funciones es la formación y el culto a nuestros titulares, te puedo asegurar que los costaleros del Señor de la Salud llevan en su cartera una fotografía del Cristo, lo tienen en la mesilla o en el salón de casa. Y todos los días le rezan, le piden salud, trabajo y justicia, y también le regañan por las promesas no cumplidas. En definitiva, la existencia de una cuadrilla de costaleros permite que la vida de Hermandad se prolongue durante todo el año y que las personas que llevan el peso del paso lo hagan movidos por la fe y la devoción. También cargo al hombro en Cáceres, y no siento esa admiración por lo que se lleva encima. Generalizando, claro.

– C.8.D: ¿Cáceres entiende el mundo del costal?

Considero que no, pero es cuestión de tiempo. Como te decía antes, la existencia de costaleros incrementa la vida interna de la Hermandad y el compromiso de sus hermanos. Y aunque suene descabellado esto que voy a decir, en el futuro muchas hermandades cacereñas verán en los costaleros la posibilidad de crecer como hermandad y desarrollar con más efectividad nuestros tres pilares: culto, formación y caridad. Lo importante es que los costaleros sepan explicar su trabajo y tengan paciencia y respeto con las opiniones contrarias. Con el paso de los años eso de los costaleros dejará de ser algo “andaluz.” En la salida procesional del Señor de la Salud, por ejemplo, mucha gente del público cree que la Hermandad contrata a costaleros sevillanos. Nada más lejos de la realidad. Somos más “catovis” que Saponi.

– C.8.D: Si tuvieras que conservar tu mejor recuerdo o vivencia personal relacionada con la Semana Santa, ¿con cuál te quedarías?

Recuerdo especialmente mis primeras procesiones, siempre de la mano de mis padres, en la plaza de San Juan o en la plaza de la Soledad. Y eso que me supieron transmitir pude devolverlo el año pasado, cuando la Hermandad de la Salud abrió las puertas del convento de Santo Domingo y la plaza irrumpió en aplausos. Yo iba debajo del paso, y en el cortejo, mis sobrinos de monaguillos. Como ves, mi mejor recuerdo es el propio paso del tiempo, la convicción de que toda la pasión que le pongo a la Semana Santa la podrán mis futuras generaciones.

3 thoughts on “180

  1. La entrevista consta de tres partes, y se publicarán las dos siguientes durante la próxima semana. Aprovecho para agradecer públicamente a César su magnífica disposición para colaborar con la web y compartir sus opiniones con todos nosotros.

  2. Sigo pensando que la mejor forma de mejorar los pasos es realizar ensayos durante la Cuaresma, al menos. Es una forma de coordinarse y de aprender a llevar pasos. Cuando yo entre en la de los Nazarenos (hace 8 años), se hacía antes,pero no sé porque misteriosamente desapareció. Eso si, hacer los ensayos cuando más gente esté disponible, que hay gente que vive fuera de Cáceres

  3. Yo estoy completamente de acuerdo con César y contigo, los ensayos deberían ser una constante (no solo para llevar mejor los pasos, sino para todo en general). Ya lo hacen varias cofradías, Salud, Dulce Nombre, Jesús Condendo, Expiración, Humilladero… no sé si me dejo alguna. En el Nazareno se dejó de hacer porque los ensayos estaban fundamentalmente orientados a los chavales más jóvenes, y asistían muy muy pocos.

Los comentarios estan cerrados