Personajinos cofrades (III): El fotógrafo
Este espécimen irrespetuoso y cangrejero prolifera con inusitada violencia en nuestras calles en los últimos años. Les resultará fácil reconocerle. Pulula con impunidad por entre las filas de cofrades y encuentra su fuerza en el sutil camuflaje de la multitud, así como en el poder que le otorga llevar una cámara al hombro.
Son los fotógrafos molestos participantes acoplados a una estación de penitencia, que interrumpen la visión de los espectadores, obstaculizan a los hermanos penitentes y deslucen la estética de los cortejos situándose sin pudor delante de las Sagradas Imágenes o bombardeando a diestro y siniestro con sus flashes y los ruidos de sus disparos. Sorprende la connivencia de las hermandades para con estos sujetos, cuando a un hermano que paga su cuota religiosamente -nunca mejor dicho- no le dejan desfilar si lleva un zapato de color marrón o un distintivo antiguo. ¡Cosas veredes!
Hay que obligar a los fotógrafos a que permanezcan fuera de los desfiles, o por lo menos que no se paseen por ellos arriba y abajo con la libertad de quien pasea por el parque. A que guarden un mínimo de respeto y se abstengan de ir en manada charlando con otros fotógrafos en mitad de una estación penitencial. A que no molesten ni se pongan delante de los espectadores que han aguardado una larga espera. O por lo menos, ya que se pasan por el forro todas las normas básicas de respeto y convivencia, al menos que hagan exposición pública del sucio botín de sus tropelías.
Algunos de estos fotógrafos son ilustres cofrades, que esgrimen dos sustanciales diferencias respecto al resto. 1) Se han ganado previamente el respeto desde los varales, y 2) Divulgan después la totalidad de su trabajo en la red. A estos, no hay más que agradecerles y reconocerles su tarea. Los demás, por contra, constituyen una plaga dañina, y hay que hacer todo lo posible por exterminarla. Es necesario regular la presencia de los fotógrafos en los desfiles, porque la cosa se está saliendo ya de madre. Si quieren ir dentro de las procesiones, que se hagan hermanos y apoquinen la correspondiente cuota, como hacemos los demás. Si no, que se busquen un buen sitio y esperen con paciencia a que lleguen las procesiones, como hacen muchos otros.
Las autoridades competentes -esto es, suponiendo que todavía existan autoridades competentes- deberían tomar cartas en el asunto. Se debe regular la presencia de estos intrusos dentro de las manifestaciones de fe. Y si la UCP no lo hace, debemos exigírselo a nuestras cofradías. Las cofradías se afanan en pedir orden y decoro a sus hermanos, mas yo pregunto: ¿por qué no se lo piden también a los fotógrafos?
Creo que el modo correcto de fotografiar las procesiones es como se come en el campo en común: «cuchara y paso atrás»: esperar en la fila del público y cuando tengas que hacer la foto con un determinado encuadre, si no tienes más remedio, entras un momento en el cortejo, haces la foto ràpido, y te vuelves a la fila del público.
Exacto Juanjo, pero lo de «esperar en la fila del público» parece que no acaba de entenderlo todo el mundo.
A mí, siendo hermano de carga, me han llegado a pedir que me echara a un lado para poder sacar una foto.
De todas formas creo que hay bastantes diferencias de comportamiento, y seguramente también de entendimiento, entre el fotógrafo que es cofrade y el que no lo es.
Gran articulo, hace mucho tiempo, corrian los años 2008-2009 una página web cacereña pidio a la unión de cofradías eso precisamente, a lo que se nos contesto que «se nos pondria una barrera y que nos apañasemos» hoy día sin muchas fotos o vídeos, promos, montajes y demás que se han lanzado la semana santa de cáceres no sería seguramente tan internacional como lo quieren hacer creer. El problema de estos fotografos esta en que poco a poco parece que crean escuela, haciendo que los turistas piensen que esto es Sevilla y olé, poniendose al lado…hace mucho que se pidio una autorización aunque sea para esto…pero Cáceres is different.
No puedo dejar de escribir siquiera unas palabras en esta entrada, por cuanto, en cierto sentido es posible que fuera pionero en esto que ahora se habla en esta entrada del blog.
En su momento, cuando vivía Cofrades Digitales, desde la primera Semana Santa que cubrí gráficamente, humildemente debo decir que las Cofradías bien verbalmente, bien por escrito, me autorizaban de una manera u otra a poder integrarme en sus desfiles; no es menos cierto que en la mayor parte de los casos soy (o he sido), hermano de las mismas. Por ese motivo, sergy017, no es la UCP quien tiene que acreditarte, es cada Cofradía en concreto la que tiene que darte el permiso (de una forma u otra), o el reportero gráfico tomarse la molestia de informar siquiera con un correo a la Cofradía correspondiente, o entablar conversación con la misma, para comunicar tal acontecimiento. La UCP no tiene ninguna competencia sobre el cortejo de cada Hermandad el día de la Semana correspondiente, es la propia Hermandad quien tiene capacidad de autorizar o desautorizar tales circunstancias.
Por ese motivo, debo decir que mi caso es la excepción de esta situación.
Sobre otros extremos comentados… pues desde mi visión como miembro de una Junta Directiva, no puedo decir otra cosa más que estoy de acuerdo con lo que se manifiesta en la entrada.
Lo de pedir permiso o avisar a las hermandades sabemos que no se estila, pero incluso mediando permiso o acreditación, el fotógrafo debe guardar unas normas mínimas de comportamiento. Se encuentra DENTRO de una estación penitencial. Y esto implica respetar tanto a la propia hermandad, como a los que están viéndola en el público; no olvidemos que uno de los motivos por el que las imágenes se sacan de los templos es el de evangelizar y acercárselas a los fieles a pie de calle. Supongo que sigue siendo así, vamos.
Por cierto, gracias a todos por los comentarios. Lo más importante de todo esto es que se participe, se opine y se hable de S.Santa.
Cierto es Blogger CD que la UCP no tiene nada que ver con el cortejo, cierto, pero también es la que puede informar a todas las cofradías en una epoca arcaica en la cual encontrar una página web de una cofradía actualizada era un milagro de Dios.
Aún así los años pasan y estos fotografos siguen estando ahi…aunque en el fondo todos hemos sido antes o después un poco ese fotografo del cortejo…unos con autorización y permisos y otros sin ello.
Aunque la UCP no tenga competencias en los cortejos, sí que puede -o quizás hasta debe- ejercer de organismo coordinador en cuestiones comunes a todas las hermandades, como es el caso que nos ocupa.
Totalmente de acuerdo con que se regule el tema de los fotógrafos, porque parece que tener una cámara da derecho a ir por el medio. Esto es algo que debería tratarse entre todos, UCP + cofradías, de tal modo que si hay fotógrafos en el desfile, estos estén autorizados, guarden el debido respeto y no haya 10 ó 12 como ocurre en las salidas de algunos pasos. Si no, como dice Juanjo, cogiendo un buen sitio también se hacen fotos.
Sobre todo me parece muy significativo que todos los que habéis opinado y estáis de acuerdo con lo que se expone en el post sois fotógrafos y conocéis el tema de primera mano. Mil gracias por las aportaciones.