Puedes ir mascando chicle, hacer corrillos, contar chistes, ponerte gafas de sol, cruzar la calle para hablar con tu cuñada, escuchar el fútbol con un pinganillo, hacer fotos con el móvil o salirte de la procesión para ir a mear. Eso sí, como me traigas zapatos marrones ya te puedes ir para casa.
3 thoughts on “169”
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Jejejeje, una realidad incontestable. Pero, ¿sabes qué es lo peor? Que no es un problema de la Semana Santa Moderna, esto en parte ya pasaba hace casi 30 años.
Bueno, lo de hacer fotos con el móvil quizás sí sea un problema moderno.
La cuestión es que la Semana Santa de hace 30 años tenía otros problemas más importantes de los que ocuparse, como era sin ir más lejos poder sacar las cofradías a la calle. Ahora, con una Semana Santa mucho más consolidada, relevante y cuidada que antes en todos los sentidos, es inadmisible que se siga teniendo tanta manga ancha con determinadas cuestiones. Es vergonzoso, primero, el comportamiento de muchos cofrades, y segundo, la connivencia de los directivos que no le damos ninguna importancia a estos comportamientos y luego vamos todos los años presumiendo de seriedad, de normas y de qué bien ha salido todo.
Cierto, una realidad más incontestable. Cierto es que la Semana Santa de Cáceres de hace 30 años estaba aquejada de otros déficits que la Semana Santa actual no lo está, y que quizás el hecho de que los hermanos fueran comiendo chicle se veía hasta bien; pero no es menos cierto lo que dije anteriormente.
Sobre la autocrítica, también es verdad que tenemos que ser más autocríticos en general, lo que pasa que la autocrítica no tiene buena prensa.