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1975 – Mujeres en el Santo Entierro
Las dudas crecen en el seno del colectivo, y además con toda lógica. Las cofradías se ven año tras año forzadas a poner en liza novedades con escaso apoyo, y la participación ciudadana en los desfiles sigue sin ser un valor seguro. El declive, además, se extiende a todos los frentes, y esta Pasión del 75 a duras penas es ya capaz de generar noticias esporádicas en algunos días de la cuaresma. En todo caso arañar alguna columna en las páginas pares, una reseña acá o un horario acullá. Yo, recién instruido en la actividad lectora, recuerdo cómo las crónicas en prensa limitábanse a enumerar las básicas incidencias del desfile, poniendo el acento en la composición de las presidencias, tanto civil como eclesiástica, en cada cortejo. Con suerte, los pastiches informativos calzaban alguna difusa fotografía en blanco y negro… no necesariamente del año en curso. La profusión de detalles y los focos de la noticia distan años luz de lo que ojeamos –y hojeamos- hoy día en los diarios.
En la noche del 10 marzo, a dos semanas de comenzar las procesiones, se reúne la comisión Pro-Semana Santa, bajo la dirección de Ricardo Hurtado, en un importante pleno para la toma de posesión del nuevo tesorero, D. Antonio Civantos. Se ultiman además los detalles del pregón que correrá a cargo de D. Ignacio Montaño Jiménez. La cofradía de la Soledad, acuciada por la escasa afluencia de hermanos en sus últimas salidas, quiere recuperar la participación de las mujeres en sus desfiles, hasta esa fecha permitidos solo para hombres. Su mayordomo, Federico Candela, ruega ante la comisión que se difunda esta decisión de la hermandad con la máxima publicidad, incluídos anuncios y llamamientos en prensa. Seméjase así la mujer a un olvidado clavo ardiendo del que las cofradías echan mano cuando no tienen más remedio, cuestión de la cual también hemos visto ejemplos en pleno siglo XXI. Asímismo, la hermandad expresa su voluntad de recuperar la procesión del encuentro el Domingo de Resurrección, que durante años ha ido languideciendo intermitente, hasta acabar desapareciendo en 1971. Para este propósito cuentan con la voluntariosa ayuda de los alumnos del colegio San Francisco, dependiente por entonces de la Diputación Provincial.
El pregón se celebra el jueves, 20 de marzo, a las 20:30 horas en un Gran Teatro repleto de público como todos los años. Francisco Bonilla Fajardo, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cáceres, es el encargado de presentar al pregonero, D. Ignacio Montaño. La banda de música municipal, habitual invitada al acto, interpreta este año las marchas “La Santa Cena”, “Cristo de la Sangre” y “El Miserere”, obra de Manuel Serrano que se estrenaba con motivo de tan ilustre ocasión. Montaño construye su intervención alrededor de un canto lírico recorriendo cada uno de los desfiles y pasos procesionales de la pasión cacereña, relacionando sus expresiones y mensajes con pasajes evangélicos, y finaliza su intervención con una bella composición poética dedicada a la ciudad de Cáceres. El prelado de la diócesis, Manuel Llopis Ivorra, cierra el acto con las inevitables consignas espirituales (“…la reconciliación con el prójimo es el auténtico misterio de amor que emana de la Semana Santa…”) y para terminar, cómo no, suena el himno nacional.
“Y sobre toda comparación, superando las esquinas más agudas del desgaste de los tiempos, ese Nazareno de Tomás de la Huerta que tiene por nombre, limpio de adjetivos y pleno de sentires, el de Cristo de Cáceres.” I.Montaño Jiménez.
Llega el Domingo de Ramos muy pronto este año, un soleado 23 marzo, y con él nuestra querida burrina, que retorna al asilo de ancianos del paseo de Cánovas tras el arlequinesco paréntesis televisivo. Y retorna con ella el mediodía azul, el júbilo y los zapatos nuevos, las ramas recién cortadas, las palmas al cielo como relucientes hoces de oro, y por qué no, también el itinerario habitual: Cánovas, San Antón y San Pedro hasta la plaza de San Juan, y desde allí recorriendo Pintores, Moret, Concepción, General Ezponda, Plaza Mayor y vuelta por pintores hasta San Juan.
El Cristo de las Batallas sale a las 20 horas de la S.I. Concatedral de Santa María y llega hasta la plaza de Argel para entonar el tradicional responso en el monumento a los soldados “en memoria y sufragio de los caballeros perdidos”. El desfile, que solo contaba con la imagen titular del Cristo, volvía por la antigua calle Jose Antonio (hoy Barrio Nuevo), General Ezponda, Plaza Mayor, Arco de la Estrella y Santa María. No lo portan hermanos, sino soldados del CIR nº3 con su uniforme reglamentario, cuya banda de música por cierto también se encarga de cerrar el cortejo procesional. El paso camina profusamente adornado con flores, y no conoce aún el tradicional manto de claveles amarillos recogido en los estatutos modernos de la hermandad.
En guerra vivo, siempre con la enseña
de tu espada de amor al abordaje,
para salvar la fe de mis murallas.
Ayúdame en la noche cacereña
a ganar, compañero de este viaje,
mi batalla, Señor de las Batallas.
I. Montaño Jiménez, 1975.
Lunes, 24 de marzo de 1975. Cristo de las Batallas.
El Martes Santo, 25 marzo, el Cristo de la Buena Muerte desciende por los adarves paseando la advocación del Perdón, y de igual forma que lo hace la Esperanza el miércoles por San Juan, Moret, parte baja de la plaza de la Concepción, Santo Domingo, Ríos Verdes, Sancti Espiritu, Plaza del Duque, Plaza Mayor, Pintores y San Juan.
El Jueves Santo la cofradía de la Vera Cruz sale a las 20 horas sorteando una seria amenaza de lluvia que finalmente no fructifica. Siguen desfilando tres pasos: la Oración en el Huerto, la Flagelación, y la Dolorosa de la Cruz. Le pregunto a mi padre que por qué no sale aquél beso de Judas, que yo siempre había escuchado pero nunca había podido ver y que ya empezaba a sonarme a leyenda. ¿Sería otro desengaño propio de mi edad? Los Reyes Magos, el ratoncito Pérez y el misterio del Beso de Judas; cosas que nunca te dije. Mi padre me explica, con ardua paciencia, que hace mucho tiempo el paso dejó de salir porque estaba muy estropeado, y que la escasez tanto de hermanos como de dinero lo habían ido enterrando en el olvido y nunca más se supo de él. Desde luego, cuando yo sea grande me encargaré de que las imágenes se transporten, se guarden y se limpien con esmero para que nada de esto vuelva a suceder.
Vera Cruz modifica su itinerario habitual por culpa de las obras en otras calles, y la vemos este año bajando por los adarves como ya sucediera durante la década del 2000. El éxito es tal que sus directivos manifiestan la intención de perpetuar el recorrido en los siguientes años… deseo nunca satisfecho, como veremos en próximos capítulos. Y hablando de los adarves, recuerdo como si fuera hoy aquellos cables de nuevo cuño, tendido eléctrico y teléfono, que se instalaran ese año por toda la bajada, otrora al tiempo detenida. Esta feliz idea transforma el paso por los adarves en una auténtica ratonera y ocasiona enormes dificultades a los pasos que por allí transitan, provocando las incómodas maniobras de bajadas y subidas a los brazos. Debiera ser obligatorio que los técnicos del ayuntamiento fueran todos hermanos de carga, para que se piensen las cosas dos veces antes de planificar tamañas barbaridades.
Cristo del Humilladero,

desde tu niñez obrera

hasta esa Cruz. ¡Qué sincera

senda de tu sacrificio!

Y aún te queda por oficio

moldear nuestra madera.

I. Montaño Jiménez, 1975.
El Humilladero, también inédita en 1974, completa su procesión por la barriada de Llopis con la modesta brillantez acostumbrada. En la madrugada del 28 de marzo desfila, tras la Cruz Guía del Nazareno, una amplísima representación de la 222 comandancia de la Guardia Civil, hermana mayor de la cofradía. Poco que ver con la reducida escolta actual. Por la mañana, la todavía joven cofradía del Cristo de los Estudiantes continuaba levantando admiración por su entusiasmo y por la impresionante estampa del Cristo tumbado sobre las andas, posición que adopta en su primera época por precaución para la salud de la imagen, pero que termina convirtiéndose en eterna señal identitaria para esta corporación.
Ya por la tarde, el desfile del Santo Entierro sale otra vez cortito y con sifón, con nula repercusión del llamamiento a la mujer proclamado en prensa y diversos medios locales. Para más inri, la escueta nómina de mantillas acompañando a la Virgen de la Soledad ascendía a número de cinco. El cortejo forma este año encabezado por la Cruz Guía de la hermandad y la banda de cornetas y tambores de la Cruz Roja. El Consejo de Administracion de la Caja de Ahorros de Extremadura sigue apareciendo delante del paso del Yacente, donde ya no había urna ni la muerte pasaba callada por la siesta de cristal. El Sábado Santo a las 20 horas comienza la procesión de la Virgen de la Misericordia con un tiempo más benigno que en los años precedentes y el 30 marzo, Domingo de Resurrección, se recupera por fin la procesión del encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría, gracias al empeño de los alumnos del colegio San Francisco.
La mejor noticia de este año es que pueden salir las once procesiones previstas, cobrándose la deuda por la lluvia del año anterior. Se percibe menor presencia de mantillas, tradición agonizante, pero a cambio ya empiezan a participar más mujeres con túnica y capuchón como el resto de hermanos. No es fácil de asegurar, empero, pues este papel de penitentes seguía siendo coto masculino y las mujeres que lo ejercían procuraban guardar un cómodo anonimato. La pasión muestra así lentos signos aperturistas en áreas que venían estando reservadas tradicionalmente a los hombres. Ello no contribuye a mejorar la participación de hermanos en los desfiles, que paradójicamente después sí eran seguidos en masa por numerosos espectadores. La viva imagen del pasivismo acomodaticio cacereño… ¿les suena de algo?
 
– Continuará con el capítulo: 1976 – Eltorpedo Müller

3 thoughts on “113

  1. Quién dirigía a la Banda Municipal ese año de 1975?? La marcha «El miserere» se conserva en los archivos de dicha banda…

  2. Hola Noe. Del año 75 concretamente no tengo ninguna referencia, pero sí del 76 y entonces todavía seguía al frente Antonio Curiel, de modo que ésa será la respuesta que buscas.

    Un saludo y gracias por tus palabras, queda todavía camino por recorrer…

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