Lunes Santo, noche, viento
que baja por el Adarve
y te corta como hielo.
que baja por el Adarve
y te corta como hielo.
El Cristo de las Batallas
-con su verduguillo negro-
va empedrando de claveles
su Calvario de silencio…
Y María de los Dolores
le sigue, pesar y duelo:
vas escondiendo tu pena
de ver a tu Hijo cayendo
bajo el peso de mi culpa,
que es su Cruz, que es tu tormento.
María…
Ocultas tu cara blanca
intentando, sin consuelo,
que Jesús no vea tu llanto
ni escuche tu sufrimiento…
que bastante tiene Él ya
con las llagas en su Cuerpo…
No dejes que los puñales
que tu Corazón han puesto
de luto, mi Fe desangren
por adorar a un becerro…
que su Martirio y tu angustia
nos sirvan como escarmiento.
Quedas huérfana de tu Hijo y…
nosotros nos escondemos
en vez de gritar en alto
¡no lo matéis, no hagáis eso¡
.
Reza por nosotros, Madre,
y por el Señor, QUE HA MUERTO.
J.I. Sellers Bermejo, 2010