48

Van a ponerte, mi cristo,
un gran pesebre de oro.
Y entonces yo me pregunto
¿Para qué tanto lujo junto,
si el dorado de estas piedras
ya es tu mayor tesoro?

¿Quién se atreve a disfrazarte
con atuendos de terciopelo?
¿No recuerdan que en tu tiempo
sin ropa pisabas el suelo?
¿Quién te va a poner
alfombras de frío asfalto,
si prefiere tu pie desnudo
pisar los rollos y los cantos?
¿Quién se atreve a hacer un show
de tu dolor y de tu espanto?

¿Para qué tanto bailar
si no hay mecía más garbosa,
ni danza más señera,
que nuestros hombros a compás?
¿Para qué tanta propaganda
si mejor te llevan en volandas
nuestras señas de identidad?
El respeto al compañero,
la pobreza de unas andas
y el fervor de un pueblo entero.

¿Acaso necesitas pagarle
a una orquesta de campanillas,
si no hay música más sublime
que el redoble de las horquillas?
¿Pa qué quieres capataces
de traje y porte torero,
si un jefe bien plantao
se come cualquier albero?

Ni le quiten ni le cambien
el idioma a mi primavera,
que yo quiero que me mande
uno que hable a mi manera.
Que no te levanten el paso
al sonaire del flamenco,
que aquí te llevamos al cielo
con nuestra propia voz de atentos.

Que me olvido de la Giralda
si veo a la torre Bujaco
erguida sobre tu espalda.
Que me río yo de la Campana
si veo que te abres paso
por el adarve en la mañana.

¿Por qué te pasean tres horas,
y encima metiendo prisa,
que por lo visto más tiempo les cansa?
Si luego van dando la brasa
todo el año descontando los días
que faltan pa Semana Santa.

¿Para qué todas esas luces
y marañas de baterías y cables?
¡Que sea tu rostro quien hable,
si solo con lágrimas ya reluce!
Presumes de interés internacional
¿Pero quién va a venir a verte,
si este mismo cuadro imponente
lo cuelgan en otra ciudad?

Proclamo esto a mi albedrío:
Respeto y admiro a tus cofrades,
y todavía más al costalero.
Que no pierdan nunca brío,
consérvales el esmero,
y también sus ganas de trabajo.
Mas recuérdales, cristo mío,
que la identidad se lleva dentro,
que no hay palacio sin cimiento,
y que hasta el más alto monumento
se empezó a levantar desde abajo.

2 thoughts on “48

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero ¿por qué algunas personas se empeñan en despreciar lo nuestro y alabar lo de fuera?
    A todas esas personas yo les digo que si tanto les gusta, por ejemplo, la Semana Santa de Sevilla (o de Andalucía) que se vallan allí y así la pueden vivir en directo y no a través del Youtube.
    A mí también me gustan muchos aspectos de la Semana Santa de Andalucía y de Castilla pero todo en su contexto y tradición.
    En Cáceres tenemos Pasos de estilo Andaluz, también de estilo Castellano y asta el momento han convivido en perfecta armonía sin caer en imitaciones baratas.
    Que no se empeñen en querernos cambiar, haciéndonos creer que es lo mejor porque no es así.
    Esas personas si que tienen poca identidad.
    Enhorabuena por este fantástico Blog, muchos compartimos tu pensamiento.

  2. Yo en Cáceres lo que he visto siempre es mucho extremismo, que es precisamente lo que más miedo me da.

    Como bien dices tú, lo mismo se tiende a fijarse excesivamente en lo de otras ciudades (que si el estilo castellano, que si el estilo andaluz… yo siempre he defendido que nuestro estilo es cacereño, que tenemos identidad propia como la tienen también en Murcia, por ejemplo. La S.Santa no se reduce a la dualidad Norte-Sur) como hay otra gente que se pierde en el chovinismo mas cerril e inmovilista. Joder, que si fuera por alguno todavía estábamos sacando los cirios a pilas. Eso tampoco. La evolución es necesaria, y en Semana Santa está todo inventado ya, así que cualquier novedad ya existirá previamente en algún otro sitio. Lo que hay que hacer en mi opinión, tan válida como cualquier otra, es apostar por el nombre de Cáceres, por encima de todo, pero sin talibanismos.

    Un abrazo y gracias por tus palabras.

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