Es triste pero sí,
yo alabo el gusto a Sevilla,
porque por lo menos allí
defienden a morir
cada palmo que pisan.
A.Martínez Ares, 1987.
yo alabo el gusto a Sevilla,
porque por lo menos allí
defienden a morir
cada palmo que pisan.
A.Martínez Ares, 1987.